Historia de la Lingüística y de la Lengua Castellana

HISTORIA DE LA LINGUISTICA y DE LA LENGUA CASTELLANA




23 de abril, Día del Idioma Español

















Lingüística: Ciencia que estudia el lenguaje. La misma puede centrar su atención, en los sonidos, las palabras y en la sintaxis de una lengua concreta, en las relaciones existentes entre las lenguas, o en características comunes a ellas.

Existen varios enfoques para estudiar y observar los cambios que se efectúa en las lenguas.

- La forma de las palabras a través de la morfología.

- Las relaciones de las palabras en la oración, a través de las sintaxis.

- Estudio del léxico y el significado de las palabras de una lengua, por medio de la semántica.

- La rama de la lingüística que estudia los sonidos de la lengua la llamamos fonética.

- El estudio de los sonidos como unidades mínimas de significación en una lengua, así como los demás elementos fónicos llamados supresegmentales a través de la fonología.

Entre los filósofos se discutieron dos cuestiones fundamentales. Hasta que punto el lenguaje era natural y hasta que punto convencional, la otra cuestión fundamental era hasta que punto el lenguaje es analógico, o sea, estructurado y ordenado mediante reglas y hasta que punto es anómalo, es decir, variable, irregular, impredecible.

Platón y Sócrates se interesaron por las cuestiones del lenguaje, pero fueron los filósofos del Estoicismo los primeros en reconocer a la lingüística como una rama separada de la filosofía.

En el año 323 A.C. hasta el 30 A.C. el estudio de la lingüística fue necesario, ya que el Imperio de Alejandro Magno era muy extenso y dentro del mismo se hablaban muchas lenguas diferentes. Debido a esto se crearon institutos de enseñanza de la lengua griega que era la lengua oficial del Imperio.

Los estudiosos intentaban preservar los niveles de gramática y estilo griego, algunos se orientaban hacia la literatura, y otros hacían mayor referencia a los principios lógicos y psicológicos que subyacen al lenguaje.

Cuando Roma entró en contacto con Grecia, la lingüística estaba ya bien desarrollada. Basándose en las gramáticas griegas, los estudiosos romanos intentaron concebir la gramática de la lengua latina, había muchas semejanzas entre ambas lenguas, que se llego a difundir que el latín descendía directamente del griego, con alguna mezcla, cosa que es errónea.

Sólo un gramático que demostró originalidad en sus estudios, Marco Terencio Varron (116 A.C. – 27 A.C.), realizó un estudio de la lengua latina, en donde investigó su gramática, su historia y su uso contemporáneo. Llegó a la conclusión de que el lenguaje es análogo, está gobernado por reglas, que es tarea del lingüista descubrir y clasificar esas reglas, que existen anomalías pero que son semánticas o gramaticales y que éstas deben aceptarse y registrarse, pero que no es parte del trabajo del lingüista tratar de mejorar la estructura de la lengua, desafiando de esta manera el uso establecido.

Desde los comienzos de la era cristiana apareció un gran número de gramáticas latinas. Las más importantes son la de Donato y la de Prisciano.

Durante la Edad Media, los textos de Donato y Prisciano fueron esenciales para la enseñanza del latín, la lengua oficial del Imperio Romano de Occidente y posteriormente de la Iglesia, que basó toda su educación y los estudios lingüísticos en el uso de mismo.

En la etapa conocida como Renacimiento Carolingio, la obra de Prisciano cobró cada vez más importancia, hasta que se convirtió en la base erudita para la enseñanza de la gramática.

Alrededor del siglo XII, se produjo un resurgimiento de la filosofía europea a manos de hombres de la Iglesia, único sostén de la educación. A raíz de los contactos que Europa tuvo con la erudición griega del Este se retomó la lectura de los textos de Aristóteles, con lo cual renació el estudio del griego. También cambió la concepción de la gramática latina, considerada más como una disciplina filosófica, que didáctica y literaria.

Con los estudios gramaticales controlados por los filósofos, se la empezó a considerar como un medio de relacionar el lenguaje con la mente humana.

La teoría del lenguaje que elaboran los gramáticos especulativos adopta tres niveles interrelacionados:

1. Realidad externa o formas en las que el mundo existe, sus propiedades reales.

2. Las capacidades de la mente para aprehender éstas.

3. Los medios a través de los cuales la humanidad puede comunicar esta comprensión.

El aporte más importante de la gramática especulativa es la teoría de la gramática universal, gracias al estudio de las lenguas vernáculas, los gramáticos llegaron a la conclusión de que todos los seres humanos tienen capacidad de aprender un lenguaje, y que las diferencias no son más que accidentes.

Los estudios gramaticales se dejaron de lado, por considerarse de escaso interés teórico, lo mismo ocurrió con el estudio de los textos clásicos latinos.

Con el Renacimiento se retoman los estudios de los textos clásicos latinos, en 1942 aparece la primera gramática castellana de Antonio de Lebrija, en la que se eleva esta lengua a la categoría de la Toscaza, heredera privilegiada del latín.

Durante todo el siglo XVI aparecen gramáticas de lenguas vernáculas, de lenguas indígenas, lo que demuestra la necesidad que tiene el nacionalismo político de un lado y la iglesia del otro de disponer de un instrumento de identificación y de divulgación. No decae el estudio del latín, existe en el Renacimiento la imperiosa necesidad de rescatar el latín clásico como lengua de cultura.

En el siglo XVIII se halla dividido entre hipótesis racionalistas empírico sensistas. Muchos pensadores de la Ilustración están influidos por los principios cartesianos que se habían expresado, a nivel semiótico, en la Grammaire y La Logique de Port Royal. Algunos autores intentan distinguir un perfecto isomorfismo entre lengua, pensamiento y realidad, y en esta línea discurrirán muchas de las discusiones sobre la reacionalización de la gramática. Frente a ello se encuentra la llamada lingüística ilustrada, representada por Condillac, para quien toda actividad del alma, además de las percepciones procede de los sentidos.

Con la llegada del Romanticismo se produce un importante resurgir de todo lo que tenga que ver con la cultura de los pueblos y de las naciones, con sus particularidades y en consecuencia con lo que pudiera significar la expresión del alma del pueblo. Uno de los aspectos más apreciados será el de la lenguas nacionales como principal expresión del alma de los pueblos, de ahí el resurgimiento en esta época de abundantes estudios comparativos, etnográficos y descriptivos relacionados con la lengua. Las lenguas tienen vida, se quiere saber como son, por qué cambian, para qué se usan realmente, cuál es su origen, también se busca el parentesco entre distintas lengua, las leyes que expliquen las analogías, los elementos comunes y diferenciales.

La lingüística moderna tiene su comienzo en el siglo XIX con las actividades de los neogramáticos, que gracias al descubrimiento del sánscrito, pudieron comparar las lenguas y reconstruir una supuesta lengua original, el protoindoeuropeo, que no es una lengua real, sino una construcción teórica.

Con estos precedentes y el impulso de la corriente estructuralista que se adueña de la metodología aplicada a las ciencias sociales y etnográficas, surge la figura de Ferdinand de Saussure, quien señala las insuficiencias del comparativismo al tiempo que acota claramente el objeto de estudio de la lingüística como ciencia, a la que integra en una disciplina más amplia, la semiología, que a su vez forma parte de la psicología social.

El aporte de Saussure como padre de esta nueva ciencia fue: la distinción entre lengua (sistema) y habla (realización), y la definición de signo lingüístico (significado y significante).

Su enfoque conocido como estructuralista y al cual también se puede calificar como empirista, fue puesto en cuestión en el momento en que ya había dado la mayor parte de sus frutos y por lo tanto sus limitaciones quedaban más de relieve.

Ya en el siglo XX el lingüista Noam Chomsky crea la corriente conocida como generativismo. Con la irrupción de esta escuela de éxito fulgurante, puesto que las limitaciones explicativas del enfoque esctructuralista eran evidentes, hay un desplazamiento el foco de atención que para de ser la lengua como sistema a la lengua como producto de la mente hablante, la capacidad innata para aprender y usar una lengua, según este autor: la capacidad de aprender una lengua es genética.

A finales del siglo XX aparece la escuela funcionalista, cuyos algunos de sus autores proceden de la antropología o de la sociología, consideran que el lenguaje no puede ser estudiado sin tener en cuenta su principal función, la comunicación humana. La figura más relevante es el lingüista Simón Dik.

Esta posición funcionalista acerca la lingüística al ámbito de los social, dando importancia a la pragmática, al cambio y a la variación lingüística.

La escuela chomskiana y la saussureana chocan con esta escuela.

Importancia y difusión de la lengua española

Luego de la introducción la cual se ha ocupado brevemente de la historia de la lengua que tuvo su base fundamental en los griegos y los romanos , es ahora necesario hacer un recorte del tema y el mismo será acentuado en la importancia y difusión, específicamente, de la lengua española según reza el título del texto.

La importancia de una lengua depende de su extensión universal (número de hablantes y leyentes), de la calidad de la cultura fijada en ella (literatura, ciencia, arte, información, bibliografía, etc.) también del poder político que la defiende.

En forma absoluta, es imposible decidir cuál de las lenguas actuales es más importante, por la combinación de los factores mencionados. Hay menos hablantes de francés que de chino, pero a través de la bibliografía francesa puede conocerse muchísimas otras culturas orientales y occidentales, antiguas o modernas. Menos personas hablan y escriben alemán que español en la actualidad, pero la información científica es más moderna en alemán que en español. Más gente habla chino que inglés, pero el inglés es más comprendido en países extranjeros.

El español ha adquirido una particularísima importancia en el mundo contemporáneo. Lo hablan cerca de 200 millones en el mundo.


Origen y formación

La lengua castellana o española proviene del latín hablado antiguamente en el territorio de la actual España.

La península Ibérica estuvo habitada desde la prehistoria por núcleos de pueblos primitivos, de los cuales han quedado pinturas e inscripciones rupestres y cavernarias. Hay muchos puntos oscuros y confusos sobre estas épocas, pero es común afirmar que los íberos en el este y los vascos en el norte, fueron los pueblos que habitaban el suelo peninsular al comienzo de los tiempo históricos. De ambos, los vascos subsistieron hasta nuestros días.

En épocas sucesivas se establecieron allí griegos, fenicios, cartagineses, ligures y celtas, que dejaron sus huellas en algunas palabras, especialmente geográficas.

Los romanos desembarcaron en la península (año 218 ac) e impusieron su señorio en forma paulatina. La civilización romana se impuso en la península llamada Hispania, traída por legionarios, colonos y funcionarios administrativos, y de este modo la lengua latina pasó a se la lengua de la provincia hispánica del imperio .

Pero a partir del siglo III el Imperio Romano comenzó a descomponerse, y el latín literario, usado por la gente culta y escritores, se fue diferenciando cada vez más del latín vulgar usado por e pueblo en su lenguaje cotidiano.

Pero España soportó dos importantes invasiones que dejaron también su traza en la lengua: la de los bárbaros o visigodos (siglo V) y la de los árabes (siglo VIII hasta el XV).

Se producen así cambios en la morfología, la sintaxis, la fonética y el vocabulario, al punto que la lengua latina del imperio se desmembra en otras muy disímiles entre sí, según las regiones, que se constituyen en nuevas lengua, las llamadas, lenguas neolatinas o romances, como lo son el francés, el italiano, el rumano, el catalán, el portugués, el castellano y otras. Esta diferenciación duró del siglo V al X.

El castellano o español es, pues, la lengua derivada del latín vulgar que llegó a hablarse y escribirse en la región de España llamada Castilla. Hubo en España otras lenguas romances que no llegaron a imponerse en todo el territorio (catalán, leonés, gallego, portugués).

Con la conquista paulatina de toda España por el reino de Castilla, el castellano pasa a ser la lengua de toda la península (excepto Portugal), y de allí se expande al mundo con los descubrimientos y las conquistas.

Se considera que el castellano arcaico estaba ya constituido en el siglo X, y que la lengua logró su unidad definitiva en tiempos de los Reyes Católicos (siglos XV y XVI).

Con la llegada de Colón a América, las lenguas aborígenes americanas aportaron también elementos al castellano.

Finalmente, en el curso del tiempo, otras lenguas modernas, como el francés, inglés, italiano y alemán principalmente, hicieron sus aportes y continúan haciéndolo, porque una lengua no es un organismo estacionario, inmutable, sino que por el contrario es una entidad viva, que el tiempo y los hombres se encargan de mutar y alterar.

A título ilustrativo, demos algunos ejemplos breves de la evolución escrita del castellano o español, desde la época del latín vulgar hasta nuestros días.


LATIN VUGAR (Siglo X)


 Et quando debit domno Mígale Citiz illa casa ad illo abbate, elle yacente in suo lecto, venit filio de Rodrigo Monsi et prediderunt suo clerigo…

 
Y cuando Miguel Citiz dio aquella casa a ese abate,, aquel yacente en su lecho, vino el hijo de Rodrigo Monsi y su vasallo y prendieron al clérigo. (Documento Notarial del año 1015, aproximadamente, según Ramón Menéndez Pidal).

ALFONSO EL SABIO (Siglo XIII)

Si algun can muerte algun omne, é de la mordedura muerte el omne, ó enflaquece, el señor del can no debe aver menguan calonna, si el señor non enrizó el can que lo mordiese.


Si algún can muerde a algún hombre, y de la mordedura muere o enflaquece, el señor del can no debe tener ninguna calumnia, si el señor no azuzó al can par que lo mordiese.


Difusión del español

En 1492 Castilla y Aragón reconquistan a España del poder de los árabes y ese mismo año Cristóbal Colón llega a América.

Comienza así la difusión del idioma castellano por el mundo, convertido en la lengua de los descubridores, conquistadores y colonizadores. La expansión del imperio de Carlos V por Europa y el mundo coincide con la difusión del castellano.

El castellano se convierte así en la lengua universal de un imperio que se extiende por ambos hemisferios y en esos años otras lenguas, sobre todo el francés y el italiano incorporan a su caudal gran cantidad de hispanismos.

También en 1492 son expulsados los judíos de España y llevan el castellano al exilio: ciudades del norte de África y otras europeas y asiáticas situadas sobre el mar Mediterráneo.


El español de América

El español de los países americanos tiene, según las regiones, algunas leves diferencias con el castellano de España. Son modalidades que no alteran el fondo de la lengua. Pero como en cada país o región esas modalidades son diferentes, su estudio general e prácticamente imposible. Sin embargo, podrían señalarse estas características generales. Básicamente, los fenómenos determinantes han sido:

• Influencias indígenas: (nahuatl, maya, quechua, aimará, guaraní, araucano, arahuaco, etc.) notables principalmente en la pronunciación de algunos sonidos, pero sobre todo, en el léxico.

• Andalucismo: el español que hablaban los españoles que vinieron a América, era ya algo diferente del hablado en Castilla; se sostiene que el español que vino a América era el del sur de España, particularmente andaluz (el seseo , por ejemplo).

• Barbarización: el español en América ha sufrido la influencia de lenguas extranjeras (bárbaras) en su fonética, su morfología, su sintaxis y su vocabulario, sobre todo el inglés: carro, aparcar, etc.


Elementos latinos

Se calcula aproximadamente que el 70% del vocabulario castellano proviene del latín.

Algunas palabras conservaron en el latín vulgar de la Edad Media la misma forma que en el latín clásico de los antiguos romanos, pero a su lado se formaron otras en el habla popular. Por lo general, la forma culta cedió lugar a la forma vulgar, y de ésta se originaron palabras castellanas.

Latín Literario   Latín vulgar  Castellano

Ludus jocus juego

Felis catus gato

Os bucca boca

Iter viaticum viaje

Equus caballus caballo

Ignis focus fuego

Ius directus derecho


Elementos prerromanos

En castellano hay también vocablos de procedencia antigua incorporados en tiempos anteriores a la constitución definitiva de la lengua: ibérica, celta, vascuence, hebrea, etc. Son muy pocos los elementos de estos orígenes:

Cacharro borrasca baturro labriego

Perro manteca conejo legua

Málaga Cádiz Cartagena Ibiza


Elementos germanos

Los distintos pueblos germanos que invadieron la península hacia el año 409 (suevos, vándalos, alanos y sobre todo visigodos), aportaron muchos vocablos:

Guerra estribo espía espuela

Esquila parra rueca guarecerse



Helenismos

Los vocablos castellanos de origen griego se constituyeron en diferentes épocas y por dos vías principales: a través del latín o por creación culta más tarde:

Armonía simpatía categoría aritmética

Teoría filosofía teología biología

Zoología crónica época teléfono

Hipócrita cítara talento cronómetro

Sinfonía síntesis símbolo microscopio

Pétalo iglesia evangelio profecía

Diablo blasfemia apóstol pentagrama



Arabismos

Los árabes dominaron la península ibérica durante siete siglos (VIII al XV) y la influencia de su idioma fue muy grande en el léxico castellano. Los vocablos de origen árabe se refieren en su mayor parte, a las ciencias naturales, matemáticas, medicina, religión, arte de la guerra, oficios, vivienda, vida, a saber:

Acelga-arroz-acequia-guarismo-alambique-nadir-adalidad-adarga-azulejo-zaguán-tabique-albóndiga- alcachofa-azafrán-aljube-alcohol-jarabe-alañil-almohada-algodón-azar-azucena-álgebra-alquimia-alférez-aldea-barrio-azufre-azúcar-elixir-aduana-alcalde-alfombra


Elementos modernos

Las lenguas modernas han aportado también su influencia en el vocabulario español en todo momento, pero especialmente a partir de la Edad Moderna.

Así se encuentran vocablos provenientes de varias lenguas europeas:


FRANCÉS


Burgués-claque-acaparar-burocracias-rococó-chofer-plancha-coñac-equipaje-mentón-silueta-clisé-pasterizar-biberón-hote-minué-comité-champaña-merengue-



ITALIANO

Banquete-bravo-estafa-dúo-piano-batuta-pistola-soneto-bufón-aria-soprano-novela-pérgola-arlequín- carroza-ópera-medalla-truco-fachada-cúpula-caricatura-



INGLÉS

Folklore-mitin-lord-gol-boicot-yarda-reportero-linchar-eslogan-fútbol-yate-revólver-flirteo-snob-boxeo-bar-



ALEMÁN

Bloque-vivac-cobalto-cinc-cuarzo-frac


Lenguas americanas: indigenismos

A partir de 1492, los españoles empezaron a incorporar en su lengua una gran cantidad de vocablos referentes a cosas y hechos del Nuevo Mundo desconocidos hasta entonces en Europa. Las tres lenguas aborígenes que más influyeron fueron el náhuatl de los aztecas mexicano, el quichua de los incas del Perú y el caribe de los antillanos.

En menor grado el guaraní del Paraguay.



NÁHUATL

Chocolate-cacao-cacahuete-tomate-hule-tiza-petaca-aguacate-petate-chile-tolteca-



QUICHUA

Cóndor-loro-pampa-alpaca-vicuña-mate-papa-chacra-choclo-ojota-tambo-



CARIBE


Patata-maíz- colibrí-tabaco-tiburón-canoa-huracán-hamaca-cacique-batata-caimán



GUARANÍ

Caracú-ananá-chajá-tapioca-mandioca-tereré-yacaré-



Bibliografía

Loprete, Carlos A. Lengua y Literatura 3, editorial Plus Ultra, Buenos Aires, 1984.

Wikipedia.

Informe preparado por:
Elizabeth Munitz
Carlos Parrilla
Profesorado en Letras, IES Nro. 2